Cuarenta años de impresión digital
Parece que ha pasado muchísimo tiempo desde que los únicos métodos disponibles para la imprenta eran la serigrafía o la ilustración manual, pero en realidad sólo han pasado unos cuarenta años desde la inserción de los primeros sistemas de impresión digital. Como en todos los ámbitos, los avances tecnológicos suponen un antes y un después en la manera de entender los procedimientos y, aunque siempre cuestan en un primer momento, lo cierto es que hoy en día pocos echarán en falta tales limitaciones.
Diseño gráfico por ordenador, softwares, maquinarias de una nueva era… todo fue llegando de forma paulatina pero inexorable, y actualmente no sólo disponemos de un método muy distinto de imprimir diferentes composiciones, sino que las opciones son extensas en cuanto a aplicaciones. La creatividad ya no queda ligada a la tecnología existente, sino que está amplía para abarcar lo máximo posible.
Aplicaciones de la impresión digital
La impresión digital es muy importante en el contexto publicitario; la mayoría recordamos haber visto lonas promocionales gigantescas cubriendo por completo una fachada. Esto es posible, precisamente, gracias a una de esas implementaciones que ha experimentado el ámbito. La gigantografía permite la impresión de productos de dimensiones enormes, siendo la proporción de metros y metros tanto de ancho como de largo. Este tipo de impresión de gran formato hubiera sido imposible pensarla hace unas pocas décadas y no tiene competencia más allá del terreno digital.
Otra de las aplicaciones más representativas de la impresión digital es el “print on demand” (según demanda). Las posibilidades de acceder a múltiples reimpresiones son mucho más sencillas ahora; los costes se abaratan, ya no sólo por el procedimiento, sino también por almacenaje. Que los documentos, fotos y diseños se mantengan en un ordenador o en un dispositivo supone un coste mínimo, además de permitir una extensa capacidad. También, cada vez más, proliferan las opciones de impresión “justo a tiempo”, lo que permite un servicio muy veloz y las ventajas de la inmediatez a la hora de obtener las impresiones.
Finalmente, otro de los aspectos en los que la impresión digital tiene una aplicación esencial es en el de las tiradas cortas y en el de los prototipos. Mientras que antes, realizar estas impresiones supondría un coste demasiado elevado (en el caso de los prototipos, ni siquiera servirían como versión definitiva), la impresión digital permite ampliar el campo de pruebas y ver los resultados de diferentes formas antes de ejecutar la tirada definitiva o el diseño ganador.
Así que ya lo sabes: las posibilidades con este tipo de impresión son múltiples y ya necesites de una imprenta digital en Barcelona como en Madrid o en cualquier otra región, lo más importante de todo es que cuentes con los mejores profesionales para asegurarte de que el servicio es impecable y de que los resultados están a la altura de tus expectativas.